Transición de pienso a la dieta BARF
Transición a la dieta BARF
La dieta BARF (Biologically Appropiate Raw Food) consiste en alimentar a tu perro o gato con comida cruda siguiendo una dieta natural y biológicamente adaptada a su naturaleza de animales carnívoros, por lo que con este tipo de alimentación se pretende imitar la composición de una presa.
Si tu mascota está habituada a comer ultraprocesados como pienso o chuches, a continuación, desde Nutricione te explicamos cómo puedes hacer la transición a la dieta BARF y las diferentes alternativas que hay para hacer este tipo de alimentación.
El pH estomacal de nuestras mascotas
Al ser carnívoros, estos animales cuentan con un pH estomacal ácido, importante porque:
- Es necesario para la liberación y activación de enzimas digestivas.
- Favorece la buena absorción de nutrientes.
- Facilita el buen funcionamiento del tránsito intestinal.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Neutraliza el crecimiento de patógenos y bacterias
Los animales que se alimentan con pienso cuentan con un pH estomacal alcalino, lo que impide en cierta manera la digestión y absorción de nutrientes y hace que el sistema inmunológico esté más debilitado. Para favorecer el fortalecimiento del sistema gastrointestinal, puedes introducir yogur o kéfir una semana antes en la dieta de tu mascota.
En la transición a la dieta BARF, la mascota pasará por un proceso en el que su PH se acidificará y se desintoxicará de los químicos que contiene el pienso.
El ayuno: un gran aliado
Cuando tu mascota rechaza de primeras el alimento crudo, puedes hacer que pase un ayuno mínimo de 12 horas para introducir la dieta blanda hasta cambiar progresivamente y llegar a la alimentación deseada. Esto ayudará a acelerar el proceso de detoxificación.
Sin embargo, tenemos que tener cuidado, ya que no es apto para cachorros y tampoco para animales ancianos o enfermos. Si son sensibles, tendremos que supervisarlos exhaustivamente, ya que podrían vomitar o tener dolores de estómago al estar tantas horas sin comer.
Métodos para hacer la transición a la dieta BARF
Existen tres métodos principales para hacer esta transición: el cambio inmediato, la dieta de transición y el cambio gradual.
El cambio rápido
Es el cambio a la dieta BARF de manera repentina.
Es ideal para perros y gatos jóvenes que no tienen problemas de salud y que no han comido demasiados ultraprocesados o para aquellos que no tienen problemas gastrointestinales con el cambio de alimentos.
Dieta de transición
También se conoce como dieta blanda y consiste en el cambio progresivo en el que le damos a nuestra mascota una alimentación que sirve de transición para que el organismo asuma poco a poco el nuevo alimento y se adecúe a él, desintoxicándolo de los ultraprocesados.
Esta dieta es perfecta para perros y gatos que llevan muchos años alimentándose a base de pienso o que ya son ancianos.
La preparación de esta dieta conlleva carne magra, preferiblemente blanca -pollo, conejo, pavo, etc.- en un 70% y vegetales de fácil digestión -calabaza, zanahoria, etc.- en un 30%. Primeramente, cocinamos la carne al vapor, sin sal y sin hueso junto con el vegetal. Después, la desmechamos, trituramos la verdura y lo mezclamos todo. En Nutricione contamos con un abanico muy amplio de tipos de carnes y pescados entre las que puedes escoger.
Pondremos en marcha esta manera de alimentación de 2 a 5 días e iremos supervisando las deposiciones de nuestra mascota. Si su tránsito intestinal sigue su curso, estás preparado para cocinar la carne cada vez menos hasta dejarla completamente cruda. Podrás ir incluyendo las vísceras del tipo de carne que hayas escogido previamente y, en último lugar, huesos carnosos.
Cambio gradual combinándolo con pienso
Si tu mascota no se adapta bien a la dieta blanda, la mejor alternativa será entonces el cambio gradual en el que se combina el pienso con la dieta BARF, en el que poco a poco se va disminuyendo la cantidad de pienso en detrimento de la cantidad de comida natural.
Puedes comenzar dando a tu mascota un 90% de pienso frente a un 10% de comida natural, disminuyendo progresivamente la cantidad de pienso a la vez que aumentas el porcentaje del nuevo alimento, sin mezclarlos en el mismo plato dado que tienen tiempos y procesos de digestión distintos.
Esta modalidad de dieta es la adecuada para perros y gatos que se han alimentado con pienso exclusivamente durante un tiempo prolongado, que son ancianos, con problemas del sistema inmunológico o con trastornos de índole gastrointestinal.
Ahora que ya conoces diferentes alternativas para introducir la dieta BARF en tu perro o gato y los beneficios que este tipo de alimentación supone, ¿a qué esperas para darle de comer de una manera sana, rica y nutritiva? Escoge entre las diferentes dietas BARF que ofrecemos en Nutricione y contáctanos si tienes cualquier duda.